Este fin de semana me he ido de vacaciones a Salamanca. Y un día de los que he estado en Salamanca he ido a Ávila. Se tardaba en llegar aproximadamente una hora. Cuando llegué divise las murallas que rodeaban toda la ciudad, en una especie de escultura llamada: " Los cuatro postes".
Cuando entré dentro de la ciudad la malloría de las casas eran de piedra y no tenían más de cinco pisos. Comí en un restaurante llamado: " El molino de la Losa". Por último vimos un poco la ciudad hasta llegar a la entrada para subir a la muralla. Cuando estabas arriba y te asomabas de daba una sensacion de vértigo. Por último compramos el dulce típico de allí llamado yemas de Santa Teresa.
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